Foot care

He de reconocer que los publicistas lo tienen muy fácil conmigo, existen multitud de cosas de las que no soy consciente hasta que ellos, en un acto, no demasiado altruista porque cobran, para hacer de este mundo un mundo mejor o en su defecto más bonito ponen al descubierto. Así, me compré el desodorante que embellece las axilas, (me he cambiado al desodorante con microcápsulas inteligentes porque yo valoro más el interior y todas las mañanas rocío el teclado a ver si me escriben un capítulo del proyecto). Tengo un tono amarronado a trozos porque no consigo extender la crema auto bronceadora de manera uniforme, por supuesto de entre todas las que hay en el mercado yo uso la que es para "mujeres reales", mi álter ego raíz de menos uno (irreal) está blanca como la leche. Mi ultima adquisición es la crema hidratante para pies del Dr. Scholl. Por supuesto, al comprarla he pedido "la crema esa para las durezas del doctor scroll", que más parecía que me iba a comprar un ratón para el ordenador. La verdad es que los pies no es de las partes de mi cuerpo que más atraigan mi atención en cuanto a cuidados, y eso que adoro los zapatos y me encanta llevar sandalias. No sé como he podido vivir tanto tiempo con estas durezas, eso sí, en tres días el Dr. Scholl me asegura que se me quedan como nuevos, además me han regalado una crema exfoliante.

Ains, que difícil es ser una mujer de mi tiempo.