miércoles, 2 de abril de 2008

Somos los becarios elegidos

Esta mañana la cosa pintaba bastante bien, ayer me fui dándole vueltas a una cosa que no me salía y lo de consultarlo con la almohada funciona porque esta mañana en el desayuno había tenido una revelación y estaba segura de que hoy funcionaría todo. Como soy bastante previsora y me olía que hoy iban a comenzar unas obras para mejorar el garaje en el que trabajamos yo y unos cuantos precarios más (más que nada porque cuando me fui mi jefe me dijo: "mañana empiezan las obras") pues me traje el portatilillo. Así que el plan era: me grabo la ultima versión de lo que quiera que esté haciendo ahora (es lo que tiene la investigación que nunca sabes exactamente que carajo estas haciendo ni por qué) y así trabajo en el portatilillo en una mesa redonda al lado de la ventanita que hay en el espacio inteligente. Un lugar de lo mas zen.

Pues bien, las obras parecía que se retrasaban (mejor) así que comencé a trabajar en mi puesto habitual pero cuando llevaba media hora divagando e intentando resolver alguno de los 10.000 errores que me estaba dando matlab, con 20 ventanas abiertas entre las cuales se contaban matlab en sí (que aunque no lo vayas a usar hay que abrirlo por si aparece el jefe), modelsim, emacs, el gestor de correo, el gaim (que si no me siento sola), el mozilla con todos los blogs que leo abiertos, etc. Cuando estaba trabajando en modo riesgo on, es decir, dejando lo de salvar para el final, las obras han empezado como una tormenta de verano. En un momento el laboratorio parecía una iglesia y al segundo había sierras cortando madera, la radio de los trabajadores los cuales hacían los coros a los grandes éxitos, muebles moviéndose y mi jefe diciéndonos "sálvese el que pueda". Total, que he guardado lo que buenamente he podido y he buscado refugio en el espacio inteligente, o como decimos aquí "Inteligent Space" o IS si tienes prisa.

Ese ha sido el momento pueblo elegido pues todos los precarios hemos tenido que huir cual judíos en busca de Israel. La tierra prometida, el IS, no era tal, pues tenían previstas actividades para esta mañana y fuimos expulsados por lo que teníamos que encontrar otro sitio. No fueron 40 años de desierto pero unos 15 minutillos no nos los quitó nadie. Y así, unos se fueron a casa (los listos) otros nos hemos hecho fuertes en otro laboratorio y al ser mayoría hoy sólo somos refugiados pero nuestro jefe nos ha prometido mesas en propiedad, porque total, ahora nadie las usa y nosotros sabemos que hacer con ellas. Para mañana se prevé que le cambiemos el nombre al laboratorio y yo creo que antes de que el viernes acaben las obras ya podremos negar la legitimidad de los anteriores propietarios de este laboratorio y será nuestro para siempre.



2 comentarios:

EL CHICO GRIS dijo...

El auténtico becario elegido es él que está con las zapatillas de felpa en casa :P

txustine dijo...

te odio te odio te odio